2011-03-03

La experiencia de una depilación integral

Se cumplen 8 semanas desde que, sin más motivo que el de experimentar con uno mismo, decidí no dejar ni un pelo de nariz para abajo. Sí, una mañana de invierno en la ducha se me cruzaron los cables y ¡zas!. Mi aliada, una cuchilla desechable de doble hoja y gel de baño. Hablando con propiedad, me rasuré, aunque coloquialmente y de forma habitual utilicemos más el término "depilarse". Dicho esto debería aclarar, antes de nada, que tampoco soy demasiado peludo, es lo bueno de ser un poco rubio. Por ejemplo, en el antebrazo tengo bastante pelo, pero casi no se ve. Eso añadido a que no me gustan depilados libró a esta zona de la poda. Fue la excepción, pecho, abdomen, genitales, piernas y axilas no tuvieron esa suerte.

El proceso no fue demasiado complicado, pero entre ducha previa, rasuración y ducha posterior me ha llevado una hora. Es un tiempo considerable, creo. Empecé por el pecho y luego fui bajando poco a poco sin la mayor complicación. Incluso los pelos púbicos desaparecían fácilmente, pensé que serían más resitentes. La parte más difucultosa llegó con las piernas, quien lo diría. Yo creía que siendo una zona más bien lisa y con unos pelos finos y suaves sería coser y cantar. Pues equivocado estaba. En los muslos la complicación fue la parte posterior, no lo dije antes pero estaba sólo. A base de repetir una y otra vez conseguí quitar todos, o eso espero. Perdí mucho tiempo. La otra zona complicada fue en los tobillos. Al ser una zona dura debido a la propia articulación y la presencia de hueso fue complicado. También perdí mucho tiempo. Dejé las axilas para el final más que nada porque se me olvidaban. Ninguna parte del cuerpo me molestó hasta llegar aquí. Por lo visto es una piel muy delicada e incluso con bastante jabón a nada que pasaba de segunda vez ya molestaba. Daba igual, a estas alturas no iba a parar. Tras un aclarado repasé un poco por aquí y por allá algunas zonas y me duché de nuevo.

Como dije, era (y es) invierno. En ninguna zona acusé tanto la falta de "bello térmico" como en las piernas, sobretodo de rodilla para abajo. ¡No veais como se nota el frío que sube por el fondo del pantalón!. El resto del cuerpo bien, al menos a primera sensación, extraño pero bien. La sorpresa llegó nada más caer la noche. Sucedió algo que ni me imaginaba: mientras todo el cuerpo todavía estaba suave como el culito de un bebé, como se suele decir, el pecho y el pubis ya empezaban a rascar. Al día siguiente parecían papel de lija. Increíble, crecían con una vitalidad endemoniada.

Pasaron algunos días y empezaron a venir los problemas. Y concretamente uno por duplicado, molesto y jodón: las axilas. Si sudaba molestaban, consecuencia: irritación. Si no sudaba parecía que tenía un cactus bajo los brazos. Putos pelos. La necesidad de rascarse era insoportable y además no solucionaba nada. La única salida era echar una montaña de desodorante hidratante de esos roll-on. El otro problema era el pecho, destrocé el interior de varias camisetas. El resto del cuerpo no tuvo mucho problema, seguía con frío en las piernas y el pubis sorprendentemente iba como la seda, los pelos crecían pero ninguna molestia, toda una sorpresa.

Al cabo de aproximadamente un mes ya se podía hacer balance del crecimiento capilar: pecho, axilas y barriga al 70%, entrepierna al 50% y piernas al 30%. Era increíble, en los muslos era escaso el crecimiento y el número. Y también sorprendente la zona de los pectorales, que empezaron creciendo muy pronto pero después se ralentizaron por completo. Al cabo de dos meses todo ha crecido un poco: pecho axilas y barriga al 90%, entrepierna al 80% y piernes quizá sobre un 60%. Voy a matizar esto. De cintura para arriba el crecimiento se ha ralentizado muchísimo, casi no crece nada actualmente. Sin embargo en la zona genital crece, crece y crece, es imparable. En las piernas sucede algo diferente ya que se empiezan a mezclar los pelos que están creciendo desde hace días con otros que empiezan a nacer. Es como si hubiera un crecimiento por fases.

Conclusiones:
 - La sensación de estar sin pelos es extraña, pero uno se acostumbra pronto.
 - Las axilas no las vuelvo a depilar jamás.
 - El bello púbico es el que más rápido se recupera y su crecimiento es muy lineal.

Después de la experiencia diré que no creo que la repita, a excepción del bello púbico, que me gusta llevarlo recortado, que no rasurado, ojo. ¿Alguien se anima?.